Nuestras Creencias

Las creencias adventistas tienen el propósito de impregnar toda la vida. Surgen a partir de escrituras que presentan un retrato convincente de Dios, y nos invitan a explorar, experimentar y conocer a Aquel que desea restaurarnos a la plenitud.

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El Próximo Sábado

Lugar: tocaima, cundinamarca

Comienzo: 05:56 PM, 12/27/2024

Fin: 05:56 PM, 12/28/2024

Temor

¿Cómo podemos manejar nuestros temores? Creyendo en las promesas de Dios. Está en la Biblia, Isaías 41:10, "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia".

Cuando sienta temor, no se olvide de Dios. Está en la Biblia, Josué 1:9, "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas".

No debemos tener miedo de Dios. Está en la Biblia, 1 Juan 4:18, "En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor".

No debemos temer a los desastres naturales. Está en la Biblia, Salmo 46:1-3, "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza".

No tenga miedo de la gente. Está en la Biblia, Hebreos 13:6, "De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre".

No tenga miedo de las naciones o de los gobernantes. Está en la Biblia, Deuteronomio 7:21, "No desmayes delante de ellos, porque Jehová tu Dios está en medio de ti, Dios grande y temible".

No tenga miedo de las malas noticias. Está en la Biblia, Salmo 112:7-8, "No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová. Asegurado está su corazón; no temerá, hasta que vea en sus enemigos su deseo".

Mi Vida Entera

Nací para reflejar la imagen de un Dios que tiene el suficiente poder para crear mi universo, que está atento a mis oraciones y me ama tanto que se entregó a sí mismo. Mi sentido de realización más grande se halla en una travesía hacia un propósito definido y la plenitud.